‘El dilema de los anguilas’ explora la pertenencia y la vulnerabilidad en la juventud


Madrid’s Incubadora ECAM ha construido una reputación de surgir un nuevo talento destacado. Entre los proyectos de este año, el documentalista Elena Molina Hace su primer movimiento a la ficción con «The Eels ‘Dilemma» (El Dilema de Las Anguilas), un drama de la mayoría de edad de Barcelona que explora cómo las mujeres jóvenes que dejan el cuidado institucional confrontan cuestiones de pertenencia, fragilidad y la atracción de ideologías destructivas.

La historia sigue a Ghizlane, de 18 años, que se muda a un apartamento supervisado para niñas ex alteradas. Por primera vez, tiene privacidad, independencia y la oportunidad de forjar una nueva vida. Pero sus compañeros de cuarto, Saba, Dolors y Flor, vengan desde orígenes radicalmente diferentes, y su precaria posición significa que cualquier error podría costarles su lugar en el apartamento. Mientras luchan por formar una familia sustituta, aparecen grietas. Para algunos, la ausencia de apoyo emocional alimenta la frustración, los celos y el atractivo atractivo de la retórica extremista.

«Estos jóvenes viven sin un margen de error», dijo Molina a Variedad. «Si fallan en una prueba de manejo o caen con el grupo de amigos equivocado, pueden perder todo. Ese abandono y la falta de apoyo los hace vulnerables al discurso de odio y las ideas de extrema derecha. El miedo se convierte en la semilla de la violencia».

Molina desarrolló el proyecto a partir de su documental «Recuerde mi nombre», que siguió a las chicas en un refugio de Melilla. El cineasta se ha mantenido cerca de ellos, integrando sus experiencias en el guión y con el objetivo de preservar la autenticidad a través del casting y talleres de la calle. «No quiero contar sus historias desde el exterior», dijo. «Co-crearemos con ellos, involucrándolos frente a la cámara, mientras mezclamos actrices profesionales como Alba Flores con no actores para capturar el lenguaje y las texturas reales de su mundo».

Para Molina, el movimiento a la ficción es un cambio deliberado en el control. «En el documental no siempre se puede dar forma a la estética. Aquí quiero construir una película física y sensorial, donde el apartamento en sí refleja los mundos internos de los personajes», dijo. Ella citó «Quinqui Cinema», películas españolas de finales de los años setenta y principios de los ochenta, que protagonizó entregas juveniles de la vida real, como una piedra de toque, reinventada en un registro feminista y contemporáneo: visceral, con una sensibilidad cruda.

A pesar del tema pesado, Molina insiste en la ligereza. «El humor y la ternura son esenciales», dijo. «Estas chicas construyen vidas aspiracionales con ingenio y absurdo. Quiero mostrar el lado luminoso de su lucha, no solo el dolor».

Producido por Montse Pujol Solà en Guspira Films, «The Eels ‘Dilemma» está presupuestado en € 2 millones y busca activamente financiamiento. El proyecto busca distribuidores, agentes de ventas, coproductores y socios de televisión. Pujol solà, nombrado uno de VariedadLos 10 productores españoles para ver en 2024, anteriormente produjeron «Tolyatti Adrift» y «Recuerde mi nombre». «Elena tiene una capacidad única para representar a las duras realidades con la empatía, cruda pero luminosa, nunca compadecida», dijo Pujol Solà. «Eso es lo que me llevó al proyecto y por qué se sintió natural seguirla de documental a ficción».

Además de ECAM’s Incubadora, el proyecto ha participado en la residencia de la Academia de Cinema Catalán bajo Carla Simón y «Cambio de Plano» de Netflix/Dama. El equipo está en conversaciones con socios españoles e internacionales, con Francia visto como un territorio de coproducción natural después de la última colaboración de Molina con Les Films D’ICI.

«La realidad que retrata la película no es solo español», señaló Pujol Solà. «Resuena en Europa y más allá, donde los jóvenes vulnerables se ven obligados a navegar en la edad adulta sin apoyo. Es por eso que estamos seguros en su alcance internacional».

Molina subraya la urgencia. «Cuando comencé a escribir, la gente me advirtió que no exagere la violencia. Pero los eventos recientes han sido peores de lo que imaginé. El discurso de odio está creciendo, y el cine tiene la responsabilidad de abordarla. ‘El dilema de las anguilas’ es mi forma de hacerlo, con empatía, humor y luz».



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