Arreglar el haj: entre el clima cálido, las largas colas y las obras estatales refacturadas

Semarang (ANTARA) – Siempre hay una historia que se repite en cada temporada del Hajj. La ciudad santa con más de dos millones de habitantes siempre se ha transformado en el escenario logístico más grande del mundo, un ritual gigantesco que debe moverse en armonía.

No siempre transcurre sobre ruedas, a veces está lleno de roces, sudor y tensión que no se ven en la pantalla de televisión oficial. El año 2025 es uno de los ejemplos más claros: el Hajj se convierte en un gran laboratorio sobre cómo se pone a prueba la resistencia humana y cómo los países deben trabajar sin depender de milagros.

La temperatura en el campo de Arafah alcanzó más de 48 grados Celsius en el pico del día Wukuf. En algunas tiendas el aire acondicionado se dejó encendido medio respiro, abrumado por el calor del desierto que absorbía y reflejaba los rayos del sol.

Los agentes caminaban con botellas de agua, abanicos y mediciones de saturación de oxígeno. Los feligreses exhaustos yacían sobre la fina alfombra, algunos con oxígeno portátil, otros soportando dolor mientras cantaban el nombre de Alá una y otra vez.

Fuera de la tienda, la fila de autobuses que llevarán a los peregrinos de Arafah a Muzdalifah vuelve a ser larga: un espectáculo que nos resulta familiar en años anteriores.

El haj de 2025 deja un récord oficial: el agotamiento por calor domina el tratamiento médico. El grupo de personas mayores con enfermedades subyacentes es el más vulnerable.

Los médicos lo llamaron «una situación predecible pero difícil de evitar si no se mejoran la gestión del ejercicio y las instalaciones de refrigeración».

En medio de esta revisión, el Ministro de Hajj y Umrah de Indonesia, Mochammad Irfan Yusuf, comúnmente conocido como Gus Irfan, se reunió con el Ministro de Hajj y Umrah de Arabia Saudita, Tawfiq Al-Rabiah, en Jeddah. La reunión culminó con la firma de un memorando de entendimiento para organizar el Hajj de 2026.

Pero el significado de la reunión fue más allá de la formalidad. Es una declaración guía: Indonesia quiere mejorar no sólo la manera, sino también la manera de asistir y realizar la peregrinación Hajj.

Reforma corporativa: de ocho a dos
Una de las mayores críticas al Hajj de 2025 es la cuestión de la syarikah, la empresa de servicios del Hajj que reemplaza el papel del masaasah. Indonesia designó entonces a ocho syarikas para acoger a los 210.000 peregrinos.

Esta gran capacidad no está en armonía con las posibilidades de coordinación. Como resultado, existe una separación de alojamiento entre los peregrinos que vienen de la misma familia. Hombre en un piso, mujer en el otro.

Los jóvenes son alejados de sus padres. En Tierra Santa, que se supone es el pináculo de la cercanía espiritual, la distancia física en realidad genera miedo.

Para 2026, el número de leyes Sharia se reducirá a sólo dos. No por restricciones, sino por regulación. Se cambió el modelo de distribución: por embarque, no por matrícula.

Este método se considera más lógico: un grupo sale juntos, por lo que la instalación de servicio también debe moverse como grupo. Ni roto, ni distorsionado, ni regulado por hojas de cálculo corporativas que no comprenden la dinámica social de la comunidad indonesia.

Además, el proceso de licitación de la Sharia de este año se llevó a cabo con instrucciones estrictas: sin comisiones, sin reembolsos, sin sobres. Quienes presentaron paquetes de compromiso fueron rechazados.

Un paso que puede parecer simple, pero en un sistema de compras que ha estado envuelto en la niebla durante décadas, ese paso es una pequeña revolución.

Las consecuencias fueron mensurables: los costos de los servicios cayeron de 2.300 riales a 2.100 riales por municipio. La calidad del servicio está mejorando. El colchón de la tienda Arafah se amplió de 80 cm a 1 metro.

¿Pequeños detalles? Sí. Pero en el árido desierto a casi 50°C, los detalles marcan la diferencia entre la fuerza y ​​el fracaso.

Igualar los tiempos de espera: desmantelar viejas desigualdades
Otro tema que rara vez aparece en los titulares pero que se ha estado acumulando como sedimento durante mucho tiempo es el tema de las colas para el Hajj. Antes de 2026, los tiempos de espera entre provincias podrían ser muy desiguales: algunas regiones tienen cuarenta años de espera, mientras que otras solo quince años.

Esta diferencia no es el resultado de regulaciones oficiales, sino más bien el resultado del lobby político de los jefes regionales y su experiencia en explotar espacios grises procesales.

Ahora la cola está estandarizada en 24,6 años. ¿Largo? Correcto. Pero este es un paso hacia la justicia.

En la política de los servicios públicos, la igualdad no siempre significa cortocircuito. A veces significa ser honesto y coherente.

Sin embargo, detrás de este paso se esconde un gran desafío: cómo explicar al público que el Hajj ya no es una cuestión de «quién se registra rápidamente», sino una cuestión de poder y estar preparado cuando sea su turno.

Aquí es donde entra en juego el concepto de istit’ah, la aptitud para la salud como condición para la partida. Los datos de 2025 muestran que muchos feligreses mayores se fueron porque sintieron que era su “última oportunidad”. Las frases sentimentales son peligrosas si no se equilibran con la preparación física.

El estado ahora está pidiendo a los feligreses que enfrenten una amarga realidad: no todos los que pueden pagar pueden hacerlo. El Hajj no es sólo una cuestión de dinero. El Hajj es una cuestión del cuerpo que debe ser fuerte bajo el sol intransigente. ¡Alá es el más grande!

El papel de las figuras administrativas y el coraje
Por otro lado, la personalidad de Gus Irfan es un factor interesante. No es un funcionario que creció en una academia puramente burocrática. Tiene raíces en el internado islámico Tebuireng, una larga red de Nahdlatul Ulama y una trayectoria política en Gerindra.

Pero cuando se sentó en la silla del ministro, no presentó esa identidad como justificación para el acceso.

“Si vienes a mí en nombre de NU, te digo: trabajo para el estado, no para una organización”, dijo.

Mientras tanto, se sabe que su adjunto, Dahnil Anzar Simanjuntak, es cercano a Muhammadiyah. Una combinación que antes tenía el potencial de provocar fricciones. Ahora es un testimonio de que el país puede funcionar sin tener que mostrar la historia de competencia simbólica entre las dos mayores organizaciones islámicas de masas.

En los espacios burocráticos, esa actitud no es retórica, sino una posición política. Y esas posiciones políticas suelen tener enemigos. Sin embargo, en la gestión del Hajj, trabajar con demasiado cuidado es tan peligroso como hacerlo con demasiada valentía. La temporada del Hajj no espera a la tolerancia. Sólo estaba esperando que estuviera listo.

El Hajj se repite todos los años, pero nunca es el mismo
El Hajj es una peregrinación donde los rituales son los mismos, pero el contexto cambia cada año: desde el creciente envejecimiento de la población, el clima cada vez más extremo, el creciente número de peregrinos en todo el mundo, hasta la innovación tecnológica que no siempre es compatible con la cultura de la congregación.

Indonesia, que tiene el municipio más grande del mundo, no puede darse el lujo de dar un paso en falso. Por lo tanto, el Memorando de Entendimiento de Jeddah no es sólo un documento. Es una hoja de ruta política para los servicios públicos.

Lo que se puso a prueba no fue sólo el sistema de viajes y logística. Lo que se está probando es si el Estado es capaz de actuar como protector del culto y no simplemente como organizador de la salida.

Entonces, ¿qué queda por hacer?
Mucho. ¡¡Tanto!!, es necesario suavizar el movimiento Arafah-Muzdalifah-Mina, los patrones de flujo para 2025 muestran una dependencia excesiva de los autobuses de gran escala, los mecanismos de enfriamiento de las tiendas de campaña deben vincularse a los pronósticos globales de olas de calor, y no solo a estándares espaciales estáticos.

Se deben agregar y preparar equipos para guiar a las personas mayores y discapacitadas desde las regiones, y se debe equilibrar el aumento de la alfabetización religiosa y la alfabetización física.

El Hajj no es sólo armonía. Hajj es la gestión de la resiliencia humana.

Lo que esperamos de Arafat el próximo año
En 2026, cuando la congregación indonesia regrese al campo de Arafat, ofrecerá la misma oración. Oraciones que se remontan a cientos de años: liberación, súplica, confesión, perdón.

Lo que ha cambiado no es la esencia de la peregrinación, sino la forma en que el Estado controla a los peregrinos que se dirigen a la tierra árida.

Si estas mejoras se mantienen, quizás por primera vez en mucho tiempo, el Hajj ya no será una historia de paciencia puesta a prueba por el caos, sino de adoración ennoblecida por un sistema que funciona.

Y fue allí donde el largo viaje de colas, calor, logística y diplomacia finalmente encontró su sentido: que el culto no es sólo una cuestión del cielo, sino también de cómo la tierra prepara su espacio.

*Wahidin Hasan, observador de políticas públicas LHKP – PWM Central Java





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