Martes 30 de diciembre de 2025 – 06:02 WIB
VIVA – El fenómeno de la esposa Trabajar Para ayudar a sostener la economía familiar, suceden muchas cosas en medio de la dinámica de la vida moderna. No un poco Mujer que tienen sus propios ingresos y, en algunos casos, incluso se convierten en la columna vertebral de la familia.
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Esta condición a menudo desencadena un debate sobre las obligaciones financieras de la esposa en el hogar, especialmente desde una perspectiva religiosa. Una de las frases que se convierte en disputa es que el dinero de la esposa es dinero de la esposa mientras que el dinero del marido es dinero de la esposa.
Respondiendo a esto, la actriz y predicadora, Oki Setiana Dewiproporciona una explicación firme de la situación de los ingresos de las mujeres en el Islam. Subrayó que según la sharia los ingresos de la esposa son completamente su derecho, sin la menor obligación de dárselos a su marido o a sus hijos.
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«Si una mujer trabaja, entonces el 100 por ciento del dinero es suyo. No hay ninguna obligación de dárselo a su marido o a sus hijos», dijo Ustazah Oki, citado en un breve vídeo en YouTube @palabra01 el martes 30 de diciembre de 2025.
Oki Setiana Dewi.
Foto :
- Instagram @okisetianadewi
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Oki explicó que si una esposa da voluntariamente parte de sus ingresos a la familia, esto no puede considerarse una obligación. En el Islam, esta acción en realidad tiene el valor de la caridad y trae recompensas.
«Si ella (una mujer) quiere dar, eso se llama limosna», subrayó.
Además, Oki relaciona su explicación con una historia de la época del Profeta SAW. Cuenta la historia de un amigo del Profeta llamado Ibn Mas’ud que tenía una esposa llamada Zainab.
En ese momento, Zainab tenía su propia propiedad y tenía la intención de dar limosna. Sin embargo, vio que su marido y sus hijos lo necesitaban más.
Luego, Zainab preguntó directamente al Profeta (SAAWS) si podía darle sus propiedades a su esposo e hijos. El Profeta respondió claramente que está permitido.
«El Profeta dijo, por supuesto que puedes. En realidad, obtienes dos recompensas, a saber, la recompensa de la limosna y la recompensa de la amistad», dijo Oki.
Oki dijo que esta historia proporciona una base sólida de que cuando una esposa trabaja y elige ayudar con la economía del hogar, está haciendo buenas obras que merecen adoración. Esta asistencia no es una forma de responsabilidad obligatoria, sino más bien una caridad que trae múltiples recompensas.
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«Las esposas que trabajan, dan dinero para su casa, para su marido o para sus hijos, están dando limosna. Esa no es su obligación», continuó.
