Alberto Rodríguez sobre ‘La Anatomía del Momento’ protagonizada por Álvaro Morte


Ambientada en la Sevilla de 1580, la serie de 2017 del español Alberto Rodríguez “La peste”, un hito en la historia de la televisión española, describió cómo España tomó un camino equivocado.

Inspirada en el libro de no ficción de Javier Cercas, protagonizada por Muerte de Álvaro (“La casa de papel”) y aclamada en el estreno mundial de San Sebastián en septiembre, “Anatomía de un momento” de Rodríguez cuenta cómo entre 1976 y 1981, España finalmente hizo lo correcto, y cómo su joven democracia ganada con tanto esfuerzo también pendía de un hilo.

Un “retrato de poder y libertad, o al menos de cómo mantener la libertad para el futuro”, cuenta Rodríguez (“Prisión 77”) Variedad, El thriller de alto riesgo comienza con el “momento” titular: un grupo de unos 200 guardias civiles irrumpen en el Congreso de España, liderados por el teniente coronel Antonio Tejero, que blande una pistola y rocía el semicírculo con balas. La mayoría de los congresistas se apresuran sin ceremonias a esconderse detrás de sus bancas. Sin embargo, tres figuras (y la escena fue captada en vivo por la televisión nacional) están sentadas muy erguidas en sus asientos, negándose simbólicamente a inclinarse ante el golpe de Estado, convencidas de que van a morir de todos modos: el primer ministro saliente español, Adolfo Suárez, Santiago Carrillo, jefe del Partido Comunista Español, y el jefe de las fuerzas armadas, Manuel Gutiérrez Mellado, quien, aunque frágil y cerca de los 70 años, se levantó para ordenar el golpe. guardias rebeldes a deponer las armas.

Luego, la serie dedica un episodio por pieza a los tres: Ep. 1, cómo Suárez, primer ministro español desde julio de 1976, persuadió al parlamento de Franco para que votara su propia desaparición; cómo Santiago Carrillo, líder del Partido Comunista Español, regresa a España y consigue su legalización, y la batalla de Gutiérrez Mellado por modernizar el ejército, eliminando sus elementos más radicales. “Son figuras”, dice Rodríguez, de “talla shakesperiana”. La serie los retrata en su grandeza, contradicciones, traumas, tabaquismo empedernido y traición a las castas de las que provienen.

Esta es la historia de tres traidores. Suárez iba en contra de su proclamada fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional, el sistema político de Franco; Carrillo dio la espalda a los principios rectores del Partido Comunista de España; Gutiérrez Mellado traicionó a sus compañeros oficiales franquistas con quienes había luchado por Franco en la Guerra Civil Española y que, 40 años después, intentaban preservar un orden mundial franquista. Un episodio final vuelve al golpe de Estado, a por qué fracasó y al posterior consejo de guerra de sus líderes.

Una serie de ficción, “La anatomía de un momento”, está filmada con estilo, gracias al uso de puntos suspensivos, en el Ep. 1, para retratar el dramático ascenso de Suárez en las filas franquistas, mientras un joven falangista Suárez guía a un general a la oficina del gobernador de Segovia: corte a su interior, donde Suárez, ahora instalado como gobernador, recibe a otro general, y acompañado por una voz en off mordaz, escrita en su mayor parte por los escribas Rafael Cobos y Fran Araújo, que explica las complejidades de los personajes y la historia. líneas pasantes. “Tu amigo sólo tiene un ideal político: prosperar”, le dice Alfonso Armada, jefe de la casa real, al rey Juan Carlos, cuando nombra a Suárez primer ministro. “Y tenía toda la razón”, dice la voz en off.

Cada episodio canaliza una sensación de género: comedia política en la que Suárez compra el parlamento de Franco y ofrece a sus miembros cualquier cosa, desde un crucero familiar; intriga de espionaje cuando Carrillo ingresa a España de incógnito; drama cortesano en el último, teñido con una nota de elegía melancólica, mientras Súarez es olvidado y, padeciendo Alzheimer, olvida quién era él mismo.

Variedad Se sentó con Rodríguez en San Sebastián donde celebró su estreno mundial “La Anatomía de un Momento”, aclamada por El Mundo” como “magnética” y por El Correo como “la serie del año”.

Su película ganadora del Goya a la mejor película, “Marshland”, está ambientada en 1980, durante la transición española de la dictadura a la democracia (1975-82). ¿Por qué volver al período?

Domingo Corral y José Manuel Lorenzo dijeron: ‘Lean el libro de Javier Cercas y luego hablemos’. Lo hice y lo encontré fascinante. En primer lugar, reordena la realidad, creando lo que podría considerarse una ficción fantástica. Ahí está el final destripador, que trata sobre el olvido, sobre cómo todo desaparece, incluidos nuestros referentes. La historia acaba olvidada. En su prólogo, Cercas cita una encuesta realizada en el Reino Unido según la cual un porcentaje importante de la gente pensaba que Churchill no existía, que era una figura de ficción.

Además, el libro, como su serie, se estructura en torno a tres figuras cuando la esencia del drama televisivo, su mayor atractivo para hacer volver a los espectadores a una segunda temporada, son sus personajes.

Sí, los tres, Suárez, Carrillo y Gutiérrez-Mellado fueron figuras extraordinarias, con arcos dramáticos pronunciados, personajes de gran complejidad. Suárez fue muchas cosas a la vez, Carrillo también. Eran extremadamente agradables, por encima de todo lo que los rodeaba. Se trata de figuras de la talla de Shakespeare.

Una de las escenas clave de la serie es cuando Suárez organiza un primer encuentro clandestino con Carrillo, cuando éste regresa a España. Contra todo pronóstico, inmediatamente cuajan…

Hay un momento en que Suárez le dice a Carrillo: ‘Don Santiago, usted y yo somos los únicos políticos de verdad en este país. Cada uno siente la debilidad de los demás: sus egos. Son personajes polifacéticos, con muchas capas, rostros.

Otra cosa que destaca de la serie es su voz en off, que puede ser muy irónica o poética y también trazar líneas del presente y del futuro.…

Quizás un 15% lo saque del libro de Javier Cercas. El resto viene de Rafa [Rafael Cobos] y franco [Araújo]. Intenta aclarar las principales pautas de la historia. El libro tiene 500 páginas. Tuvimos que condensar mucho.

Obtienes actuaciones extraordinarias de los actores, especialmente, quizás, de Álvaro Morte, de “La casa de dinero”, como Suárez. La primera vez que Álvaro se puso la prótesis de nariz fue como si fuera otra persona. Estudió muchos vídeos y otras referencias. Y Suárez estuvo elegante. Se ponía traje y se mostraba elegante en cualquier situación. Álvaro también tiene esa elegancia.

¿Y si tuvieras que decir de qué trata la serie?

Es un retrato del poder y la libertad, o al menos de cómo mantener la libertad para el futuro.



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