BUENOS AIRES — Impulsando las ventas en Alemania, Estados Unidos, Corea del Sur, Polonia y Tailandia y con una distribución en América Latina programada con Moving Pics, “The Whisper” de Gustavo Hernández, ganadora el domingo del Festival Rojo Sangre de Buenos Aires como mejor película, dirección y actor (Marcelo Michinaux), es una prueba de que una película de terror de un género de autor realizada con altos niveles de producción puede lograr lo que hoy es el Santo Grial de la industria: ventas internacionales rápidas y sustanciales.
Es probable que vengan más, a medida que “The Whisper” consolida su estatus como una de las principales obras de terror de América Latina de 2025, abriendo la Semana de Sitges Buenos Aires el 4 de diciembre después de ganar también el premio a la mejor película latinoamericana en el Festival Mórbido de México.
“The Whisper” proyecta para compradores en ventana sur el 4 de diciembre.
Escrito por Juma Fodde Roma y Hernández, también cuenta con un poderoso paquete de productores de Uruguay. Superioraencabezada por Ignacio García Cucucovich y Hernández, la potencia multiterritorial Non-Stop Studios (“Electrofilia”, “Memoria”) de Patricio Rabuffetti y Fernando Díaz Machaco Films y Roxana Ramos Aramos el cine en Buenos Aires, quienes se unieron para producir “When Evil Lurks” de 2023 de Demián Rugna, un fenómeno internacional, distribuido globalmente por Shudder/AMC.
“The Whisper” comienza con Lucía (Ana Clara Guanco) limpiando cuidadosamente la escena del crimen del último asesinato en baño de sangre de su padre vampiro. Para proteger a su hermano mucho menor, Adrián (Michinaux, “When Evil Lurks”), ambos se dan a la fuga, escapando a la mansión en ruinas de su madre para llevar una vida normal.
Sin embargo, las niñas están desapareciendo en el bosque local y el padre (Luciano Cáceres) amenaza con regresar y convertir a Adrián para que pueda heredar su don de susurrar. «Sólo quiero que se libere. Él tiene el don», dice el padre.
En parte horror popular, fantasía sobrenatural y pesadilla de violencia de género, “The Whisper” es un drama familiar de principio a fin, en el que Lucía, una hija obediente, se convierte en una casi madre que lucha con todas las fuerzas que puede reunir para proteger a Adrián de un sindicato del crimen local y un destino familiar ignorante.
«Gustavo Hernández vuelve a ser capaz de ampliar las reglas del género con una mirada a los avatares de una familia disfuncional afectada por una maldición. La fuerte relación entre una hermana mayor y su hermano me recuerda a ‘Let Me In’. Vampiros, productores de cine snuff se unen en la que para mí es una de las películas más disfrutadas de este año”, Películas de latidos del corazón dijo el jefe Antonio Saura Variedad.
“Estamos muy orgullosos de continuar nuestra colaboración con Ignacio Cucucovich, y muy felices de esta primera colaboración con Fernando Díaz y Roxana Ramos, los productores de ‘When Evil Lurks’ y verdaderos maestros del género”, añadió.
Hernández, Cucucovich y Ramos respondieron preguntas de Variedad sobre “El susurro”.
La película puede leerse como la rebelión de una obediente hija, Lucía, que se convierte en casi madre para proteger a su hermano pequeño Adrián de su destino. En este sentido, es la historia de la mayoría de edad de Adrian….
Hernández: Para mí, el corazón de la película siempre fue esa relación entre hermanos, cómo Lucía asume un papel casi maternal, una figura que intenta preservar la inocencia de Adrián ante algo inevitable. Ella sabe lo que él lleva dentro, la herencia que lo atraviesa, y hace todo lo posible para retrasar ese momento. Pero lo fascinante del género es que te permite hablar de cosas universales a través de lo monstruoso. Lucía lo protege al principio, pero cuando sucede lo inevitable, comprende que no puede luchar contra lo que somos. Es una cruda mayoría de edad, pero también tierna.
Cuando llegan a la mansión, hay un carnaval en el pueblo local, donde la gente usa máscaras y se entrega a sus pasiones. Has dicho que es una metáfora central de la película. ¿Podrías comentar?
Hernández: El carnaval aparece al principio, escrito en un cartel: “Ven, sé tú mismo”. Ese es el ADN temático de la película. Todos los personajes llevan una máscara: los secuestradores, los Miura, Lucía ocultando su rostro durante las escenas del crimen, incluso Adrián ocultándose tras la lengua de signos. El carnaval es ese espacio donde la sociedad permite que salga a la luz lo que normalmente reprimimos. Y la película pregunta: ¿Qué pasa cuando lo que emerge es monstruoso? Me sentí atraído por esa tensión entre la máscara social y la bestia interior. El carnaval es un permiso temporal para ser otra persona; para Adrián es la imposibilidad de seguir fingiendo.
La película es una mezcla de géneros clásica, en parte terror popular y en parte una historia sobrenatural impulsada por una narrativa de vampiros: ¿Consideras que esto es tu camino a seguir como director: hacer malabarismos con subgéneros?
Hernández: Crecí viendo de todo, desde cine europeo hasta slashers estadounidenses y terror asiático. Y creo que el género, cuando está vivo, siempre se mezcla, muta, se poliniza de forma cruzada. Nunca me interesó la pureza del género. Esta película tiene terror popular en su aislamiento rural, elementos de suspenso de supervivencia, metraje encontrado cuando vemos el mundo a través de la cámara de Jackson y algo que funciona como una enfermedad hereditaria. Cada subgénero trae sus propias herramientas emocionales y eso me permite encontrar una paleta más amplia para contar lo que quiero contar.
Como director, ¿cuáles fueron tus pautas?
hernandez: Tenía algunas reglas. La película vive entre luces y sombras, al igual que sus personajes: es una película de contrastes. Y eso es lo que hice con la violencia: reproduje algunas escenas fuera de la pantalla para que el espectador completara las imágenes en su cabeza, y otras veces expuse la violencia directa y crudamente. Ese contraste acentuó ambos enfoques a la hora de rodar las escenas más difíciles. Tenía una regla sagrada: la relación entre hermanos. Todo el aparato del género tenía que servir a esa historia. También quería algo que pareciera una maldición familiar, como el alcoholismo o la violencia heredada. Algo de lo que no puedes escapar, pero algo con lo que tienes que aprender a vivir.
El primer impacto que provoca “The Whisper” son sus niveles de producción. Parece que ha aumentado la calidad de la producción como parte de su ambición de conseguir ventas internacionales. Ignacio, ¿podrías comentar?
Cucucovich: En realidad, es al revés. Las ventas internacionales que hemos obtenido con películas anteriores nos llevaron a elevar los niveles de producción. Es muy importante para nosotros seguir por este camino; Queremos que nuestras películas lleguen cada vez más lejos y generen el interés que están generando. Puedo sentir el crecimiento de nuestros proyectos, en las exigencias que le ponemos a los guiones que buscamos, en la dirección de Gustavo, a quien considero uno de los directores más completos e importantes del panorama mundial del género; el montaje, la partitura: Todo esto nos hace redoblar esfuerzos para alcanzar el impacto visual de “The Whisper”.
“The Whisper” también forma parte de sus ambiciones de convertir a Mother Superior en un actor internacional del género, lo que creo que también implica la coproducción internacional, como es el caso aquí, de un autor de renombre y la oferta de servicios a streamers globales. O tal vez me equivoque.
Sin duda, estamos en camino de posicionar a Mother Superior como un actor global del género. Nuestro objetivo es que cada película nos lleve a la siguiente y crezca cada vez más en niveles de producción. Esa ambición nos impulsa a ver hasta dónde podemos llegar, lo cual es realmente emocionante. También intentamos asociarnos con personas que sean igualmente apasionadas y aporten la misma adrenalina. Aquí ha sido muy natural coproducir con Roxana Ramos y Fernando Díaz, productores de “Cuando el mal acecha”. Nos complementamos y estamos aprendiendo mucho de ellos. Además, nuestros colaboradores mexicanos, Beto López y César Mascías, tienen mucha experiencia y visión. Eso subraya cómo el género realmente capta la atención internacional, abriendo más mercados.
¿Qué papel jugó Non-Stop Studio?
Cucucovich: Es clave que Non-Stop Studio, encabezado por Patricio Rabuffetti, se haya sumado a la película, aportando recursos clave a través de Marina Sconocchini y Gastón Gualco. Esto confirma que nuestros proyectos atraen el interés de capas importantes de la industria que apuestan por el talento. Gracias a su colaboración no sólo contamos con los recursos necesarios, sino también con una postproducción de primer nivel que elevó notablemente la calidad de la película. Todo ello se complementa perfectamente con las ventas internacionales de Latido Films. La clave es que nuestros socios estén involucrados desde el guión, lo cual es una gran responsabilidad pero al mismo tiempo muestra mucha confianza.
Ignacio ha descrito “El Susurro” como “horror rioplatense”. ¿Cuáles serían sus bases?
Roxana Ramos: En los últimos años han surgido en la región del Río de la Plata directores realmente sólidos y talentosos. Nuestro trabajo como productores es encontrarlos y proyectos que nos representen en el horror y que estamos dando a conocer a nivel mundial. Todos tienen elementos propios de la región del Río de la Plata y Sudamérica, desde las formas de contar las historias y los vínculos emocionales con los personajes, hasta las locaciones y las particularidades del talento regional. Además, estratégicamente, la colaboración entre nuestros países es altamente enriquecedora.
¿“The Whisper” dice algo sobre la evolución del cine de género en América Latina?
Ramos: Sí. “The Whisper”, como antes “When Evil Lurks”, habla de un terror latinoamericano que puede competir al mismo nivel que las superproducciones de Hollywood. Ha habido un crecimiento artístico y técnico extraordinario que posiciona a nuestro cine de terror en un lugar muy alto para los espectadores de todo el mundo. Nuestra obligación como productores es mantener el nivel de nuestras películas para que el mundo las acepte en las salas. En nuestro caso, estamos comprometidos desde la época de “Terrified” y luego “When Evil Lurks”, que se distribuyó en cines en todo el mundo. Ahora presentamos “El Susurro” con la misma calidad audiovisual y estamos desarrollando películas siempre en esa línea para que nuestro terror sudamericano sea competitivo.


