Los conductores deben darse cuenta de que conducir es una cuestión de conciencia



Los conductores deben darse cuenta de que conducir es una cuestión de conciencia

Un hombre de 95 años fue objeto de un informe reciente del mediodía. El ellos serán El residente lleva 77 años conduciendo, sin sufrir ningún accidente grave, salvo algunos problemas de aparcamiento en las últimas siete décadas.

El caballero, que todavía conduce cinco años antes de cumplir 100 años, tuvo algunas conclusiones interesantes. En un momento en el que presenciamos y leemos sobre accidentes automovilísticos en nuestras carreteras, cada vez con mayor frecuencia, quienes están detrás del volante harían bien en prestar atención a las palabras del supersenior que prioriza la seguridad.

Irónicamente, mientras nuestros automóviles se vuelven de alta tecnología, nuestra tasa de accidentes también aumenta. El hombre de 95 años afirmó que no hay escasez de vehículos ahora. Sin embargo, hay poca paciencia. Todo el mundo en el camino parece tener una prisa excesiva por llegar a su destino. Todo vale en esa carrera, adelantar por la izquierda, adelantar para escapar de la señal que pronto cambiará a roja, o simplemente pisar el acelerador para adelantarse a la persona que está a tu lado… Todo parece un juego limpio para muchos en la carretera. Es la paciencia la que mantiene a unos y a otros a salvo, ha afirmado.

Además de eso, es necesario tener conciencia de la carretera que viene con la experiencia. Así como hablamos de conciencia del juego en el cricket, como suelen comentar los comentaristas del equipo indio, tiene un grado muy alto de conciencia del juego, lo mismo ocurre con la carretera. La conciencia sobre cuándo girar, cuándo hacer señales y las conjeturas astutas sobre el vehículo que está a su lado cuentan.

Como dice en el informe, hay que respetar la carretera, respetar el vehículo y nunca tomarse la conducción a la ligera. Conduciendo No se trata de velocidad; se trata de conciencia. La tecnología puede ayudar, pero los buenos hábitos y la formación marcan la verdadera diferencia, añadió. Haríamos bien en prestar atención a estas sabias palabras de nuestro sujeto, quien enseñó a conducir a su familia, tanto a sus hijos como a sus nietos.



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