Purwokerto (ANTARA) – Académicos de la Universidad del Estado Islámico KH Saifuddin Zuhri (UIN Saizu) Purwokerto Siswan creen que la tolerancia debe verse como el capital social estratégico del país antes de 2026.
Reunido en Purwokerto, Banyumas Regency, Java Central, el miércoles, dijo que esto era necesario para fortalecer la cohesión comunitaria en medio de la diversidad, la dinámica social y los rápidos cambios provocados por el desarrollo de la tecnología digital.
“La tolerancia debe entenderse como un capital social estratégico que determina la capacidad de la sociedad para trabajar en conjunto y mantener la cohesión social en medio del cambio”, subrayó.
Según él, el impulso de fin de año debe interpretarse como un espacio de reflexión colectiva para la nación, y no sólo como un cambio de calendario.
Para 2026, dijo, la sociedad indonesia enfrentará desafíos sociales cada vez más complejos, especialmente en el mantenimiento de la armonía en medio de la diversidad.
En los estudios sociológicos modernos, continuó, la tolerancia es parte del capital social, como sostiene Robert Putnam, que incluye redes, normas y confianza social como requisitos previos para una cooperación efectiva en la vida social.
«La diversidad de Indonesia es un activo social único. Si se mantiene de manera consciente y sostenible, esta diversidad puede convertirse en una fuerza productiva, pero si se ignora tiene el potencial de causar fragmentación y división social», dijo el profesor de la Facultad Saizu de Da’wah de la UIN.
Considera que la resolución hacia 2026 no debería centrarse sólo en el crecimiento económico o el desarrollo físico, sino también en la calidad de las relaciones entre los ciudadanos.
Según él, el desarrollo humano requiere la capacidad de la sociedad para afrontar las diferencias de manera madura.
«Los cambios en el panorama de las comunicaciones digitales refuerzan cada vez más la urgencia de fortalecer la tolerancia», dijo.
Dijo que las redes sociales aceleran el intercambio de ideas, pero los algoritmos a menudo crean cámaras de eco que limitan el diálogo sobre diferentes puntos de vista y aumentan la polarización.
En este contexto, dijo, la tolerancia no basta con ser heredada culturalmente, sino que debe ser fortalecida por una conciencia crítica que promueva la empatía, la apertura y la capacidad reflexiva en la sociedad.
Recordó el papel estratégico de la educación en la promoción de la tolerancia, porque la educación en la diversidad no sólo introduce diferencias, sino que también entrena habilidades de diálogo, pensamiento crítico y construye empatía social, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
«Además de la educación formal, también se espera que los medios de comunicación y el espacio público hagan una contribución importante. La información equilibrada y las historias tranquilizadoras pueden fortalecer la cohesión social y formar una opinión pública racional e inclusiva», afirmó.
Dijo que la tolerancia está estrechamente vinculada al desarrollo económico basado en la comunidad.
Según él, una confianza social sólida puede acelerar la colaboración, aumentar la participación y fomentar la innovación inclusiva y sostenible.
«Al hacer de la tolerancia un capital social estratégico en la resolución hacia 2026, esperamos que Indonesia no sólo sea capaz de mantener la unidad, sino también construir la capacidad colectiva del país para enfrentar desafíos globales cada vez más complejos e interconectados», dijo Siswan.



