Casa de Dinamita: El Pentágono cuestiona la precisión


El netflix largometraje “Una casa de dinamita» cuenta «una historia muy diferente» sobre la capacidad del gobierno de EE. UU. para repeler un ataque nuclear de lo que sugieren las pruebas en el mundo real, según un memorando interno del gobierno. obtenido por Bloomberg.

La película, dirigida por Kathryn Bigelow (“The Hurt Locker”) y escrita por el ex presidente de NBC News, Noah Oppenheim (“Jackie”), describe cómo el gobierno de Estados Unidos podría responder a un misil balístico nuclear que se dirige a Chicago. El secretario de Defensa (Jared Harris) expresa su sorpresa por el hecho de que el sistema de defensa antimisiles, que costó 50 mil millones de dólares, tenga sólo un 50% de posibilidades de derribar con éxito el misil y, de hecho, en la película, el sistema no logra hacer su trabajo.

Sin embargo, un memorando de la Agencia de Defensa de Misiles, supuestamente fechado el 16 de octubre, afirma que la tecnología de interceptación actual ha “mostrado una tasa de precisión del 100% en las pruebas durante más de una década”.

El memorando se generó para «abordar suposiciones falsas, proporcionar datos correctos y una mejor comprensión» del sistema actual, según el informe de Bloomberg, de modo que el liderazgo de la agencia «tenga conciencia de la situación y no se ‘sorprenda’ por el tema, que puede surgir en conversaciones o reuniones».

Hay que darle crédito a quienquiera que haya escrito el memorándum, ya que se trata de una licencia dramática, al afirmar que “los interceptores ficticios de la película no alcanzan su objetivo y entendemos que esto pretende ser una parte convincente del drama destinado a entretener a la audiencia”. Pero continúa afirmando que las pruebas actuales cuentan “una historia muy diferente” a la que se muestra en la película.

Los representantes de Netflix, Bigelow y el ejército estadounidense no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. El 12 de octubre episodio En “CBS Sunday Morning”, Bigelow dijo que el equipo de realización no trabajó con los militares en el deseo de ser “más independientes”.

«Pero dicho esto, tuvimos varios asesores tecnológicos que trabajaron en el Pentágono», dijo. «Estuvieron conmigo todos los días que rodamos».



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