Rachel Griffiths revisita ‘La boda de Muriel’ en WAVES Film Bazaar


en la india Bazar de cine WAVESSerie de conocimientos de Raquel Griffiths desveló el camino desde su debut como Rhonda en “La boda de Muriel” hasta una carrera que abarca etapas de nominaciones al Oscar, prestigio en la televisión estadounidense y ahora un decidido impulso hacia la autoría.

En una conversación sincera con el productor Mitu Bhowmick Lange, Griffiths explicó cómo un papel que “encontró por casualidad” trastornó sus expectativas sobre para qué tenía espacio el cine, por qué la televisión estadounidense le abrió la profundidad que buscaba y cómo regresar a Australia –y dirigir “Ride Like a Girl”– se volvió central para recuperar su voz como narradora.

Ella compartió que su giro icónico se produjo casi por accidente. “Pensé que sería actriz de teatro”, dijo. “Crecí pensando que el cine no tenía cabida para alguien como yo”. Con experiencia en interpretación teatral y narración de documentales, nunca esperó que la peculiar comedia australiana con la que “se topó por casualidad” la impulsara al cine internacional, y directamente a trabajar en Inglaterra después del sorprendente éxito de la película.

En 1998, Griffiths obtuvo una nominación a mejor actriz de reparto en los Premios de la Academia por su papel en “Hilary and Jackie”. Su carrera alcanzó un punto de inflexión cuando abrazó la televisión. «Me sentí frustrada por la variedad de papeles. Mi manager me sugirió que mirara la televisión, particularmente en Estados Unidos, donde las actrices obtienen mayores oportunidades». Ese cambio la llevó a “Seis pies bajo tierra«, creado por Alan Ball, que ella considera uno de los mejores guiones que jamás haya leído. El formato largo, dijo, «fue emocionante: conoces a tu personaje, conoces el mundo y puedes explorar ambos en profundidad real».

El papel le valió un Globo de Oro y le siguieron una serie de papeles aclamados. Después de más de una década en Estados Unidos, Griffiths decidió regresar a casa. La decisión fue tanto artística como personal, dijo. «Quería darle sentido a mi propio país. Quería que mis hijos se sintieran australianos». Ese instinto la impulsó a dirigir “Ride Like a Girl”, la película biográfica de la jockey Michelle Payne, que terminó como la película más taquillera de Australia en 2019.

«No quería contribuir a la narrativa de que las películas dirigidas por mujeres no son taquilleras», dijo. «Quería hacer una película a la que un abuelo conservador pudiera llevar a sus nietas y no darse cuenta de que está viendo una película feminista y estar animando a la niña al final. También quería hacer una película exitosa en taquilla».

Griffiths está explorando actualmente un proyecto teatral inmersivo, inspirado en experiencias a gran escala como las instalaciones globales de Van Gogh. «A veces el presupuesto, la audiencia y el impacto tienen más sentido de una forma completamente diferente», dijo.

Griffiths terminó con un consejo para las creadoras emergentes: conviértanse en productoras, adquieran propiedad intelectual y confíen en los instintos de los actores para conectarse con la audiencia. También expresó un gran entusiasmo por las colaboraciones entre Australia e India, señalando los crecientes vínculos culturales, el potencial narrativo compartido y los nuevos acuerdos de distribución.

WAVES Film Bazaar es el componente de mercado del Festival Internacional de Cine de la India (IFFI), Goa.



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