ALERTA DE SPOILER: Este artículo contiene importantes spoilers de Osgood Perkins‘ “Guardián”, que ahora se proyecta en los cines.
El director Osgood Perkins nos ha regalado este año no una, sino dos retorcidas películas de terror que son muy diferentes pero igualmente escalofriantes: “The Monkey”, una sangrienta adaptación de Stephen King que se estrenó en febrero, y “Keeper”, un thriller de una cabaña encantada que se estrenará en los cines este fin de semana.
Al igual que las películas de terror anteriores de Perkins, “Longlegs” y “The Blackcoat’s Daughter”, en “Keeper” suceden más cosas que solo una pareja acampando en una espeluznante cabaña en el bosque. La escapada a la naturaleza pronto toma un giro aterrador para Liz (Tatiana Maslany) y su novio Malcolm (Rossif Sutherland), cuando Liz comienza a tener visiones de espíritus no-muertos y se revelan las verdaderas intenciones de Malcolm.
Cerca del final de “Keeper”, se revela que Malcolm no es en realidad un médico trabajador, sino un manipulador inmortal que atrae mujeres a su cabaña para sacrificarlas y prolongar su vida. En un flashback de hace 200 años, un joven Malcolm y su prima capturan a una misteriosa mujer embarazada que estaba invadiendo su tierra. Resulta ser una especie de bruja que da a luz a una horda de monstruos. En los años siguientes, las criaturas conceden a Malcolm y a su prima la vida eterna a cambio de las vidas de las mujeres que llevan a la cabaña para darse un festín. Eso explica por qué Liz tiene visiones de demonios no-muertos deambulando por la propiedad, como una mujer con una bolsa ensangrentada sobre la cabeza, un espíritu de cuello largo y un monstruo de cara blanca que escupe mugre por la boca.
Pero Liz no sucumbe a los malvados planes de Malcolm para ella. Después de revelar sus verdaderas intenciones, la encierra en el sótano, donde los monstruos abrazan a Liz y no la destrozan. En un giro, la mujer embarazada 200 años antes se parecía exactamente a Liz, por lo que las criaturas la ven como su madre. El monstruo con la bolsa sobre su cabeza revela su rostro espeluznante, que tiene múltiples ojos y bocas, y se hace llamar hija de Liz.
Cuando Malcolm se despierta a la mañana siguiente, de repente ha envejecido décadas de la noche a la mañana. Liz, con el poder de su espeluznante prole detrás de ella, cambia el guión y lo captura. Lo ata cabeza abajo y lo cuelga de los pies de un árbol para mojarle la cabeza en un tarro de miel. En la toma final, vemos el rostro de Liz, que tiene los mismos ojos negro azabache que sus recién descubiertos hijos monstruosos. Al final, no fueron los grotescos demonios los que causaron daño, sino las personas dentro de la cabaña.


