
El rey Carlos III de Gran Bretaña y la reina Camila rezaron el jueves con Papa León XIV en una visita histórica para forjar relaciones más estrechas entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia Católica, un bienvenido respiro espiritual para la realeza de la agitación interna por el escándalo sexual de Epstein.
Carlos, líder titular de la Iglesia de Inglaterra, y Camilla se sentaron en tronos dorados en el altar elevado de la Capilla Sixtina, frente al “Juicio Final” de Miguel Ángel, mientras Leo y el arzobispo anglicano de York presidían un servicio ecuménico. El evento marcó la primera vez desde la Reforma que los jefes de los dos iglesias cristianasdivididos durante siglos por diversos temas, hemos orado juntos.
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