
Es una parte de la historia de la cultura pop desi, aunque rara vez se cuenta desde la boca del caballo, me imagino, como actor. Madhuri dijoal ser empujada, me revela cómo se convirtió en la sensación de la India en la pantalla grande.
Mientras aún estaba en la universidad, Dixit desempeñaría papeles no principales en películas que le permitieron realizar estudios y un pasatiempo en pantalla.
Uno de ellos fue Awara Baap (1985) de Sohanlal Kanwar, protagonizada por Meenakshi Sheshadri. Director Kanwar y ‘showman’ Subhash Ghai eran amigos.
El primero elogió a Dixit. Luego de lo cual, Ghai hizo que el joven Dixit bailara para una escena de Karma (1986), que da paso a una secuencia de sueños, en la que el verdadero héroe-heroína de la película se imagina a sí mismo en la misma canción.
Cuando Ghai vio el metraje final, completamente estupefacto, primero sacó a Dixit de la parte sin cita previa. Envió ese mismo “showreel”, filmado originalmente en Cachemira, a todos los productores que conocía.
Diciendo a cada uno de ellos que si deseaban inscribirse en Dixit, podían enviarle un cheque por 5.000 rupias.
Pronto, había ocho cheques de este tipo en el escritorio de Ghai, quien, a su vez, lanzó un anuncio de varias páginas en la revista Screen (comercio cinematográfico popular), anunciando el nuevo talento en la ciudad.
«Lo curioso es que no sabía lo enorme que era esto», me dice Dixit. Como resultado, una película a la que se sumó fue con Anil Kapoordirigida por Bapu, cuyo nombre no recuerda, porque nunca se estrenó.
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El editor de esta película fue N Chandra, quien recientemente había debutado como director con Ankush (1986). Estaba viendo secuencias de la película de Bapu en curso y al instante supo que había encontrado el protagonista de Tezaab, que iba a dirigir a continuación.
Dixit ya se había apuntado al Ghai’s Ram Lakhan (1989), rodados simultáneamente. Pero Tezaab (1988) fue lanzado primero.
Dixit estaba entonces en Estados Unidos para la boda de su hermana. Su secretaria llamó para decir: «¡La película es un éxito!». No podía entender lo que eso significaba de manera realista.
Fue cuando aterrizó en Mumbai, rumbo a su modesta casa de “clase media maharashtriana” en Andheri East, que un par de niños de la calle se reunieron para limpiar el parabrisas de su auto en el semáforo.
Vieron su cara, un poco curiosos, comenzaron a cantar “Ek do Teen…” Le pidieron un autógrafo. Ella estaba firmando a Madhuri, pero ellos notaron la ‘M’ y vitorearon: «¿Ves? Te lo dije, ella es Mohini, Mohini…» Nació una estrella.
Desde los tres años, Dixit había estado ensayando diligentemente y aprendiendo kathak. «Pero bailar para la cámara, que puede capturar microexpresiones, es muy diferente», dice. El coreógrafo Saroj Khan le enseñó el arte de bailar Bollywood, por así decirlo, con Tezaabprincipal.
Poco después, Dixit y Khan desarrollaron lo que en lenguaje cinematográfico se denomina tal “afinación”, que de hecho filmaron una canción entera, ‘Dil dhak dhak karne laga’ para la película Beta (1992), durante tres noches seguidas.
La pista fue presentada por el director, Indra Kumar, en el último minuto. Dixit debía dirigirse a Ooty para realizar otra sesión. Khan aceptó coreografiar, con la condición de que la suya sea la toma final.
Y “acción” y “corte” fueron, entre las 7 de la tarde y las 2 de la madrugada, tres veces más. ‘Dhak Dhak’ le dio a Dixit un nuevo sobrenombre.
Dixit, por supuesto, había estado en el escenario, durante la escuela y la universidad. Un amigo de la familia, Govind Moonis, la veía actuar con regularidad. Moonis trabajó con Rajshri Productions, un estudio de cine especializado en dramas familiares de presupuesto medio.
Sabía que sus jefes buscaban contratar a un novato para el papel principal de su próxima película rural, Abodh (1984). Convenció a los Dixit para que permitieran que su hija, en su adolescencia, hiciera la prueba para el papel.
Ella lo embolsó. Y, de ahí, su debut en la pantalla, con papeles relativamente menores o películas inolvidables que le siguieron (como Swati, Maanav Hatya, Hifazat, Uttar Dakshin).
La mamá de Dixit la acompañaría a los sets de Abodh. Un asistente de dirección (AD) observaba minuciosamente a Dixit, en ocasiones, y tomaba notas en su bloc de notas entre tomas. A menudo le preguntaba a su madre quién era este niño y, de todos modos, ¿qué notas estaba tomando?
Ese AD, encargado de asegurar la continuidad en las escenas/planos, era el heredero de Rajshri, Sooraj Barjatya, todavía aprendiendo el oficio.
El amigo de la familia, Moonis, por cierto, había dirigido la producción de Rajshri, Nadiya Ke Paar (1982), ¿qué inspiró? Barjatya ¿Quién eres?(HAHK, 1994).
“Oh, sí, sí, Dios mío, gran coincidencia”, suspira Dixit cuando le recuerdo. Barjatya había debutado con Maine Pyar Kiya (1989). A Dixit le había encantado esa película. Al igual que millones.
Barjatya le narró el guión de HAHK a Dixit, interpretando cada personaje, tocando las canciones grabadas e incluso cantando una, durante tres horas y media de tiempo en pantalla.
Nisha de HAHK, según Dixit, “se convirtió en miembro de todos los hogares indios: hermana, novia, hija, nuera ideal…” El éxito inigualable de la película, para un drama familiar en interiores, no tuvo precedentes y aún no tiene sucesor.
Un grupo de damas en un “rodaje en el Norte” tiraba de las mejillas de Dixit: “Kinni soni hai, hamari Nisha”. Raja (1995), justo después, consiguió un éxito de taquilla sólo con el nombre de Dixit.
Hay una cascada Madhuri en Arunachal Pradesh para una canción de Koyla (1997) que filmó allí una vez…
Anoche, mientras veía a Dixit, de 58 años, como una asesina en serie discretamente inteligente en el programa, Sra. Deshpande (Jio-Hotstar), me pregunté si las generaciones actuales saben el legado que perdura ese rostro encantador.
Mayank Shekhar intenta darle sentido a la cultura de masas.
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