El herpes zoster es una dolorosa erupción cutánea que típicamente afecta una mitad del cuerpo o de la cara y que es conocido popularmente en algunos países de Latinoamérica como “culebrilla”.

Afecta a casi 1 de cada 3 personas en algún momento de su vida, pero son los adultos mayores los que presentan un mayor riesgo: la mitad de los casos ocurren en hombres y mujeres mayores de 60 años de edad.

¿Cuáles son sus síntomas?

Se manifiesta a través de una dolorosa erupción cutánea o sarpullido que típicamente afecta a una mitad del cuerpo o de la cara. De 1 a 5 días antes de la aparición de la erupción es frecuente que la persona experimente dolor, picazón y cosquilleos. La erupción se caracteriza por la formación de ampollas que después de 7 a 10 días forman costras, y que suelen desaparecer entre las 2 y 4 semanas posteriores.

culebrillaEl herpes zoster puede afectar los ojos y causar la pérdida de la visión. Otros síntomas que se pueden presentar son: fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y malestar estomacal.

¿Cómo se contagia?

El virus que causa herpes zóster, el de varicella zoster, se transmite de persona a persona a través del contacto con el fluido que contienen las ampollas. Las personas infectadas sólo pueden transmitirlo durante la fase activa de la enfermedad (durante la erupción).

¿Cómo es el tratamiento?

En el tratamiento se utilizan distintos fármacos antivirales, con el objetivo de acortar y reducir la severidad de sus síntomas. Pero sólo son efectivos si son administrados antes de que aparezca la erupción. Para aliviar el dolor y la picazón también se usan analgésicos, compresas húmedas, lociones de calamina y baños calmantes a base de avena coloidal.

* Extraído del sitio digital LV16 (Río Cuarto).

 

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