Día del cáncer de mama: mitos y verdades sobre riesgo, síntomas y detección

En adhesión al Día del cáncer de mama, declarado internacionalmente el 19 de octubre, el Ministerio de Salud recuerda que durante este mes las mujeres a partir de 40 años pueden realizarse una mamografía sin pedido médico en los hospitales provinciales, y que los mamógrafos móviles continúan recorriendo distintas localidades.

El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres. En Córdoba, se diagnostican alrededor de 1500 casos al año y se registran alrededor de 500 muertes por esta causa.

Si bien es una enfermedad difícil de prevenir, sí es posible detectarlo precozmente e incrementar así las chances de curación.

Específicamente para cáncer de mama, el Programa provincial recomienda la vigilancia con mamografía a partir de los 40 años.

Desde el Programa Provincial de detección precoz del cáncer de mama del Ministerio de Salud, brindan información y despejan algunos mitos sobre esta enfermedad:

Si no tengo antecedentes familiares, no tendré cáncer.

  • Falso. Si bien la predisposición hereditaria es un factor que aumenta el riesgo de tener este tipo de cáncer, más del 80% de las mujeres afectadas por cáncer de mama no tiene antecedentes familiares. Por eso, es importante realizar los controles periódicos de salud. El Programa Provincial de detección precoz del cáncer de mama recomienda realizar una mamografía de control anual a las mujeres a partir de los 40 años.

El riesgo de tener cáncer de mama aumenta con la edad.

  • Verdadero. Más del 70% de cánceres de mama se producen en mujeres mayores de 50 años, por eso las campañas de “screening” se concentran habitualmente en esas franjas etarias. Sin embargo, los tumores de mama pueden aparecer en cualquier etapa de la vida, motivo por el cual es importante realizar controles periódicos y evaluar junto al ginecólogo o ginecóloga el riesgo individual.

Si no hay síntomas, no debo preocuparme.

  • Falso. Según el Instituto Nacional del Cáncer, de casi 21.000 mujeres con diagnóstico de cáncer de mama cada año en Argentina, el 75% no tenían ningún factor conocido de importancia; muchas de ellas no presentaban síntomas específicos. Por eso es esencial el control periódico. En algunos casos, la enfermedad se anuncia a partir de algún síntoma como nódulos o bultos en la mama, cambios en la coloración o textura de la piel, ganglios axilares duros o persistentes, entre otros. Ante alguno de estos indicios, no se debe demorar la consulta profesional.

El consumo de anticonceptivos favorece la aparición de cáncer de mama.

  • Falso. No existe evidencia científica que demuestre que los anticonceptivos orales producen cáncer de mama en la población.

La mamografía ayuda a prevenir el cáncer de mama.

  • Falso. La mamografía no previene el cáncer, pero es el método de estudio de excelencia para la detección precoz de esta patología. Cuando se diagnostica en forma temprana, la tasa de curabilidad del cáncer de mama puede llegar al 96% – 98%.

El cáncer de mama es difícil de prevenir. Sin embargo, existen hábitos que, a largo plazo, pueden contribuir a reducir el riesgo, como realizar actividad física, limitar el consumo de alcohol, sostener una alimentación equilibrada y saludable, evitar el sobrepeso y el tabaco.

El uso de antitranspirantes es nocivo y contribuye a la aparición de cáncer de mama.

  • Falso. Los antitranspirantes no provocan problemas de salud (a excepción de reacciones alérgicas de la piel en las personas muy sensibles); por lo tanto, su utilización es segura y no representa ningún riesgo para las personas.

Tener hijos y amamantarlos contribuye a reducir el riesgo de tener cáncer de mama.

  • Verdadero. Hay evidencia de que tener hijos y amamantarlos puede reducir el riesgo de tener cáncer de mama. No obstante, esto no significa que sea una garantía contra el cáncer de mama: las personas que han gestado y amamantado deben hacerse los controles de igual manera.

La terapia de radiación es peligrosa.

  • Falso. Las técnicas actuales de radiación son seguras y efectivas para tratar el cáncer de mama. Los métodos utilizados minimizan la exposición del corazón, costillas y pulmones a la radiación. Puede aparecer un oscurecimiento de la piel durante el tratamiento o un enrojecimiento similar a una quemadura por exposición solar, que desaparecen una vez que termina el tratamiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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