gncAdemás de la peperina, el choripán y el fernet, Córdoba también es insignia a nivel nacional de algo más: el gas natural comprimido (GNC). Su crecimiento es explosivo. Basta decir que sólo en 2013 pusieron el tubo amarillo en el baúl 15.005 cordobeses.

De acuerdo con las estadísticas anuales del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), el año que acaba de terminar estuvo tan en-cendido para las conversiones en Córdoba, que los 15 mil vehículos incorporados al parque con GNC representan el 59 por ciento de los 25.150 traspasos que hubo en todo el país.

Este fenómeno de alto nivel de conversiones se manifiesta por cuarto año consecutivo en Córdoba, generando que los autos cordobeses ya representen el 15 por ciento del total de la Argentina. En 2006, significaban el 10 por ciento del parque nacional.

Otro dato del furor genecero de Córdoba se advierte en el crecimiento anual respecto del total de vehículos. Por ejemplo, en 2013, la cantidad de autos aumentó un 6,7 por ciento entre enero y diciembre. A nivel nacional, esa suba sólo se incrementó un 1,6 por ciento en el mismo período.

Varias razones. Las razones del crecimiento se explican por varios factores, pero el más significativo es que la brecha entre el precio del gas y de la nafta se mantiene por encima del 3 a 1. Hoy, en Córdoba Capital, el valor del GNC promedia los 3 pesos y el litro de nafta súper ya cuesta 10. En el interior, es aún más marcada esa diferencia.

Otro factor clave: aunque con interés, continúan vigentes las promociones en cuotas, con plazos que se extienden hasta los 12 y 18 meses. De esta forma, la gente que usa mucho el auto puede pagar la cuota mensual de la conversión directamente con lo que se ahorra en nafta.

Los traspasos comenzaron a dispararse en 2010. Desde ese año, lo hicieron 60 mil autos lo que significa que el parque con GNC crece en esta provincia al 7 por ciento anual. Además de la brecha de precios, otro elemento que ayudó al negocio es que el GNC se despegó de la “mala fama” que lo persiguió por años.

Muchas conversiones deficitarias -especialmente en motores de modelos más nuevos (con mucha electrónica)- le habían dado al GNC un prontuario del que no podía escapar. Ahora, con la llamada quinta generación (inyectores separados), ha crecido sustancialmente la confiabilidad de los equipos.

Fuente: Diario Día a Día

0 Comentarios:

Dejar un comentario