Convertir los problemas en oportunidades: consumo sostenible de aceite de cocina usado para la salud, el medio ambiente y la economía

Purwokerto (ANTARA) – Algunas personas continúan usando aceite que se ha usado repetidamente por razones económicas, pero no se dan cuenta de que el calentamiento repetido hace que el aceite se oxide, creando compuestos peligrosos como aldehídos, acroleína, radicales libres y PAH (hidrocarburos aromáticos policíclicos).

Los estudios demuestran que el consumo de aceite de cocina usado puede provocar vasos sanguíneos estrechados, colesterol LDL más alto, un mayor riesgo de presión arterial alta, cáncer y daño hepático. El peligro no se limita al cuerpo humano.

El aceite de cocina usado puede dañar importantes microorganismos del suelo y obstruir el sistema de drenaje si se desecha descuidadamente en el suelo o en los cursos de agua. Un litro de aceite de cocina usado puede contaminar 1.000 litros de agua, lo que demuestra lo peligrosos que pueden ser los residuos de cocina domésticos que no se tratan.

Pero este problema no afecta sólo a la salud y al medio ambiente. La adulteración del aceite de cocina, una práctica criminal inquietante, también forma parte del aceite de cocina usado.

Las investigaciones muestran que el aceite para freír usado se transforma en aceite para freír «nuevo» y se revende en el mercado a precios bajos. Esto incluye informes de BPOM y de varias universidades de Indonesia.

Según muestras de mercado realizadas en una encuesta realizada en Java Occidental, alrededor del 30 por ciento del aceite a granel analizado contenía una mezcla de aceite de cocina usado.

Esta práctica es peligrosa porque las personas, sin saberlo, consumen aceite que ha sido oxidado y contiene carcinógenos.





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