“Mis padres no sólo discutían”, confiesa Carmela a su mejor amiga del colegio, con el rostro ensombrecido. Pero ella no entra en detalles.
«¿Alguna vez has visto a tu papá actuar violentamente? ¿Alguna vez te ha tratado mal?» le pregunta un juez a Carmela más adelante en la película, en una escena crucial captada en un nuevo avance de “La buena hija”, de la catalana Júlia de Paz Solvas. El teaser no capta la respuesta de Carmela.
Vendido por Cine BetaThe Good Daughter” se estrena mundialmente en la competencia principal del Noches Negras de Tallin Festival de Cine, que se celebrará del 7 al 23 de noviembre. Comienza cuando Carmela se encuentra con su padre en una habitación segura para asegurarse de que no se encuentre con su madre, quien la deja. Julia ama a ambos padres, idolatra a su padre, que está preparando una exposición de arte, quiere permanecer leal a él, haga lo que haga, cueste lo que cueste.
Lo que le hace a Carmela, en términos psicológicos y físicos, le impone un tremendo esfuerzo emocional, que intenta soportar en silencio.
Coescrita con Núria Dunjó López (“Ama”, “Jone A veces”), “La buena hija” supone el segundo largometraje de De Paz Solvas, una Variedad 2021 Talento Español a Track cuyo debut “Ama” ganó…. Saltó a mucha más prominencia este año por coescribir “Querer”, que ganó este año el Gran Premio en Series Mania, el festival de televisión más grande de Europa.
Ha habido películas sobre violencia de género, pero «lo más destacable de ‘La buena hija’ es sin duda su punto de vista. El cine que más me gusta son películas que presentan puntos de vista en los que nunca antes había pensado», dice Sergio Grobas, productor de la película en la barcelonesa Astra Pictures, que coprodujo con la madrileña Avalon Pictures y la belga Kratin Films.
Variedad Se sentó con De Paz Solvas en vísperas del Festival Black Nights Films, donde “La buena hija” es una de las grandes novedades entre las nuevas películas, en un Focus on Catalunya, dedicado por el Festival de Tallin a un territorio que ha arrasado en festivales y al mismo tiempo se ha convertido en una fuerza de coproducción extraordinariamente fértil en Europa y América Latina.
El teaser que has elegido publicar Variedad Lo que impulsa el corazón de la película: su exploración de la violencia de género desde un ángulo no tan considerado: el de una hija. ¿Cómo llegaste a explorarlo?
Si queremos hablar de un tema, Nuria, coguionista de la película, y yo siempre empezamos por una investigación, que en este caso llevó más o menos cuatro o cinco años. Quería explorar la violencia de género. Entonces comenzamos a entrevistar a sus víctimas, sobrevivientes. Hablando con ellos, nos dimos cuenta de que la gran mayoría estaba enormemente preocupada por sus hijos que en la gran mayoría de los casos no eran considerados víctimas ya que no habían sufrido violencia física ni sexual directa por parte del abusador, su padre. Como feminista militante, me sorprendió no haber pensado en esto…
¿Los hijos e hijas no reciben asesoramiento psicológico?
Tanto a nivel judicial como social cuando se trata de violencia psicológica, es difícil que se considere violencia ya que es más sutil, si se me permite esa descripción. Al no haber pruebas que demuestren la violencia, como puede ser el caso del abuso físico o sexual, es más difícil que se considere violencia. Lo que encontramos es que la justicia española prioriza el papel del pater familias, el padre, frente a la figura del maltratador.
¿Y habló con los hijos de víctimas de violencia de género?
Sí, las madres preguntaron a sus hijos, que normalmente tenían alrededor de la edad de Carmela en la película, si querían ser entrevistados. Entrevistamos a hijos e hijas, permitiéndoles hablar sobre aquello con lo que se sentían cómodos. Lo que dijeron enriqueció el guión. Además, el guión fue revisado por Raúl Lizana, una de las principales autoridades españolas en violencia vicaria: cuando un agresor que no tiene acceso directo a la mujer a la que quiere dañar ejerce esa violencia sobre personas importantes para ella.
¿Entrevistaste a los agresores?
Nos reunimos con hombres que habían sido encarcelados por violencia de género. Es muy fácil caer en clichés. Queríamos mostrar que no siempre son monstruos sino que tienen ciclos de violencia, lo que significa que a veces pueden ser espontáneos, seductores, que hay momentos de luz. Queríamos crear esa sensación de dualidad de los momentos en los que Carmela está con su padre, y en cierto modo enamorada de él. Nos gustaría que los espectadores entendieran que no existe una figura concreta de víctima de violencia de género, que es mucho más complicado de lo que nos hacen creer.
En la primera media hora de la película, aproximadamente, entiendes que el padre ha sido culpable de violencia de género, pero no lo ves. Eso genera tensión y suspenso…
Sí, hay una cierta similitud con “Querer”: que los espectadores tienen que llenar los huecos y pedirles que duden de un tipo de violencia que no está tan clara. En la escena de la piscina, no está del todo claro si se trataba de un juego que acababan de ver. En “Querer”, por ejemplo, no queríamos mostrar los ataques del marido sino el post.
¿Cuáles fueron tus lineamientos como director?
Quería seguir a Carmela en cada momento, sin juzgarla, y también que la película viajara entre la oscuridad y la luz, una luz captada por ejemplo en la relación con sus amigas o con el primer beso. También queríamos jugar con los espacios. Le pedí a Víctor Santacana, nuestro director de arte, que trabajara de manera que, aunque Carmela no estuviera en un espacio, estuviera para el espectador.
¿Y siente que forma parte de una nueva generación de cineastas catalanes que se ha destacado en los últimos 10 años y que muchas veces son mujeres?
A nivel consciente quizás no tanto pero es cierto que me siento parte de una red que todos hemos construido juntos. Eva Libertad (“Deaf”), Gemma Blasco (“La Furia”) o Sara Fantova de “Jone, A veces” son mis amigas. He crecido con ellos. Si tengo preguntas se las haré a ellos o a otros amigos. Por ejemplo, Alauda Ruiz de Azúa, guionista y directora de “Querer”, me ayudó con el montaje de “La buena hija”. Tenemos esta red de apoyo entre nosotros.


