Pocas películas en la edición de este año. Festival de cine Noches Negras de Tallin jugarán con tantas ideas, o estarán impregnadas de tantas corrientes de la cultura moderna, que “Emergency Exit”, el tercer largometraje de ficción como director de Lluís Miñarro, productor de la ganadora de la Palma de Oro de Apichatpong Weerasethakul.
También escrita por Miñarro, “Emergency Exit” presenta la actuación final en pantalla de la estrella de Almodóvar. Marisa Paredes.
Ambientada en la isla canaria de Tenerife, “Emergency Exit” es un homenaje al cine de los años 70, su contracultura barcelonesa y las películas adoradas en esa década que fueron las creaciones de Miñarro como cineasta.
La trama se presenta como una versión road movie de “El ángel exterminador” de Luis Buñuel. 14 personajes dispares –una actriz, su manager, un sacerdote encerrado, dos divas, un arqueólogo, un ama de casa y un evangelista, entre otros– suben a un autocar del que una vez en marcha parecen incapaces de abandonar. Sin embargo, pueden hablar, discutir, sucumbir a fantasías eróticas, dormitar y soñar.
“Emergency Exit” también está protagonizada por Arielle Dombasle y Myriam Mézières, quienes se hicieron famosas con Eric Rohmer y Alain Tanner respectivamente, directores de películas icónicas de los años 70.
La película tiene un aire vintage, incluido el propio autocar. Dombasle, que interpreta a una de las divas, aparece en un Chrysler de los años 60. Un cóctel embriagador: anécdota personal de “Emergency Exit”, mito – como Eros encarnado, encarnado por Jhonathan Burdock – tomas de fondo de un paisaje montañoso de Tenerife mitificado, surrealismo, simbolismo, Noami Kawase – como Paredes interpretando una especie de versión de sí misma, y la alegría distintiva de Miñarro y lo que él llama kitsch estilizado, “Emergency Exit” también presenta a Emma Suárez (“Julieta”) como enfermera), el cantante y actor Albert Plá como cineasta y Aida Folch como un personaje al que su precozmente profética hija llama “ama de casa triste”. Eddie Saeta, el sello de Miñarro, produce con El Viaje Films de Tenerife, cuyo “Dance of the Living” se estrenó en el Festival de San Sebastián de este mes de septiembre, dirigido por el fundador de El Viaje, José Alayón.
Variedad Conoció a Miñarro hacia 1994 en una cena organizada por Catalan Films en una terraza de Barcelona con vistas al Mediterráneo. Apareció con Isabel Coixet, entonces compañera de Eddie Saeta, ambos elegantemente vestidos y hablando un inglés impecable. Explicaron que iban a hacer una película en Estados Unidos. En aquel momento muchos cineastas en España tenían planes de hacer una película en Estados Unidos. Pocos lo hicieron. Pero “Cosas que nunca te dije” de Coixet sí llegó a buen puerto. Protagonizada por Lili Taylor y Andrew McCarthy y producida por Miñarro, lanzó la carrera internacional de Coixet.
A lo largo de los años, en su histórica carrera, Miñarro se ha acostumbrado a asociarse con los buenos y los grandes del cine de autor europeo y más allá. Produjo autores que van desde “El honor de los caballeros”, de Albert Serra, antes de su fama, hasta el innovador y afectuoso José Luis Guerín (“En la ciudad de Sylvia”, 2007) y la “sumamente lograda” “Liverpool” de Lisandro Alonso. Variedad escribió.
A finales de 2008, Miñarro invitó Variedad al centenario de Manoel de Oliveira, que la leyenda portuguesa celebró distribuyendo pastel con una energía impresionante en el set de su última película, “Excentricidades de una chica rubia”, una coproducción de Miñarro. Él estuvo detrás de “Still the Water” de Kawase, que interpreta en “Emergency Exit” – y es medio exacto – un arqueólogo que también colecciona viejas canciones de cuna, amenazadas de extinción.
Sin embargo, en los últimos 15 años, Miñarro ha desarrollado una importante carrera como director de cine, su primer largometraje de ficción, “Falling Star” de 2014, una crítica al inmovilismo histórico de España y “Love Me Not”, estrenada en 2019, una parábola sobre las perversiones de la guerra. “Emergency Exit” aborda un tema más amplio, la vida misma, sus líneas transversales, sus absurdos, sus maravillas y su final.
Variedad Habló con Miñarro mientras se preparaba para viajar a Tallin para el estreno mundial de “Emergency Exit”, tocando en la sección Rebels With a Cause de Tallin y también en un punto culminante en el Catalan Focus del festival.
¿Cuál fue la inspiración para ‘Salida de emergencia’?
Uno es mi propia formación. Soy un producto, se podría decir, de los años 70, de la contracultura barcelonesa, desde Lindsay Kemp hasta The Living Theatre y Julian Beck, que vinieron a Barcelona por muchas cosas. Había una especie de clandestinidad antifranquista en Barcelona. En esa época también vivían en Barcelona Gabriel García Márquez, Roberto Bolaño, Jorge Edwards y Mario Vargas Llosa y formaban un círculo que conocí gracias a Ricardo Muñoz Suay, coproductor de “Viridiana”. García Márquez y Vargas Llosa eran auténticos cinéfilos. Tuve la suerte de conocer a estas personas, absorbí el espíritu de realismo mágico que tenía cerca de mí. Para mí fue importante rescatar este período en “Salida de Emergencia”.
¿La referencia más inmediata de la película es “El ángel exterminador” de Buñuel?
Hay una referencia clara y la película es también una crítica a la burguesía. Además, la idea de la película me surgió después del rodaje de “Love Me Not” en México en 2019, que fue cuando escribí un primer borrador. Dos anécdotas de la película también vinieron de México. Uno inspiró al vendedor que habla con Naomi Kawase. En Oaxaca conocí a un hombre que vendía clavos y llaves oxidados en la puerta de un mercado. Le pregunté si realmente había vendido algo y me dijo: ‘No, pero así al menos puedo decir que soy comerciante’. Además, en el mismo trayecto, se subió a mi autobús una niña con figuritas del niño Jesús. Se los dio a mujeres indígenas. Le pregunté si estaba regalando y me dijo: ‘No, volveré más tarde para reclamar el pago’. Le pregunté cuándo volvería y dijo que no tenía idea.
En “Emergency Exit·”, Paredes, Dombasle, Mezières y Kawase interpretan versiones de ellos mismos….
Por supuesto, también ficcionalizo. Con Naomi Kawase, nos hicimos amigos después de que produje “Still the Water” y le propuse que actuara en la película. El guión está escrito para ella. Toco “The Mourning Forest”, que me llamó la atención cuando salió. Se nos ocurrió la idea de que las cenizas del protagonista de aquella película no se podían esparcir en el monte Fuji y las lleva al Teide de Tenerife. Es cierto que está filmando clips de personas cantando canciones de cuna. Así que algunos temas de la película son ciertos y otros, lógicamente, inventados.
Las tomas del Teide y otras montañas tienen un sentido icónico – no los disparan desde el entrenador.…
“Emergency Exit” está inspirada en el cine de los años 70. Hitchcock solía utilizar tomas filmadas en otros lugares y luego incorporadas en sus películas mediante retroproyección. Me gusta esa sensación artesanal. Ese tono de los años 70 se puede ver en el vestuario de “Emergency Exit”, con las dos divas vestidas como macarons Laudurée, una de color púrpura pálido y la otra de color pistacho. El autocar es un Pegasus de 1969. Ves un Ford Edsel al comienzo de la película. Los objetos tienen algo así como un alma, como los lirios funerarios en el asiento o los objetos que pasan de un pasajero a otro. Como el crucifijo de afeitar en “Falling Star”, que un sirviente usa para afeitarse el vello púbico, que luego se usa para afeitar al Rey.
¿Cómo explica que haya producido tantos autores célebres? ¿Apichatpong Weerasethakul, por ejemplo?
Formó parte del jurado de Cannes. yo estaba con simon [Field] y nos conectamos inmediatamente. Siempre me ha atraído la forma en que la filosofía oriental considera la vida después de la muerte. Simon y yo pudimos abordar la película y ganó la Palma de Oro. “Emergency Exit” habla de la muerte pero no como algo tan trascendente como vivimos en Occidente, tiene una visión más panteísta, asiática, budista.
¿Y ve algo en las películas que ha dirigido?
Alguien me dijo que mis películas son más bien rock’n roll. Quizás sean rock de lujo. Siempre son elegantes. No me interesa un cine narrativo como el 90% de las películas que se hacen hoy en día, donde todo es lógico, todo hay que explicarlo. Mis películas llegan desde otro ángulo. Trabajan con otro sentido del espacio y del tiempo. Hay rupturas de estilo, como en “Falling Star” cuando el Rey empieza a bailar tras la partida de la Reina y luego descubres que es un sueño. ¿Por qué? Porque me gustan Jacques Tourneur, Michael Powell y “Black Narcissus”. Así que mis películas tienen un punto kitsch, pero estilizado. Sí, aceptaría esa descripción.

