“Es la nevada más importante de la historia de Córdoba de la que se tenga registro”, afirmó el meteorólogo Gerardo Barrera, quien al momento del fenómeno estaba de guardia en el aeropuerto “Ambrosio Taravella”, lugar en donde trabaja como jefe de la oficina de pronóstico.
Barrera explica que para que se produzca este fenómeno se deben combinar dos factores climáticos: masa de aire frio a altos niveles de altura de capas de la atmósfera y gran volumen de humedad en el ambiente.
En este caso, superó el 97 por ciento y hubo una corriente de aire frío de un diámetro de 400 metros que pasó por encima del cielo de Córdoba.
El combo se conjugó a la perfección: frío más humedad nos regalaron a los cordobeses una mañana ideal para no parar de sacarse fotos con fondo blanco.
Al suceder ello, el vapor de las nubes se convierte en sólido y decanta en forma de copos. Son enfriamientos localizados con bajísimas temperaturas y humedad casi al 100 por ciento “Contenido de humedad en todos los niveles de la atmósfera (sobre todo los más altos) que al enfriarse abruptamente generaron este fenómeno”, manifestó.
“Es como una aspiradora de aire frío que produce una expansión del espesor de la nubes en un ambiente de bajísima temperatura y por eso cambia de líquido a sólido sus componentes”, grafica Barrera para entender de forma didáctica este fenómeno tan pintoresco en nuestra ciudad, en donde debieron pasar 14 años para volver a contemplar la belleza de una ciudad vestida de blanco.
Las nevadas no son tan comunes en zonas más bajas porque muchas veces la caída del copo hace que se evapore en el viaje hacia la tierra.
Por ello, cuanto más alta es la altitud de la localidad mas posibilidad es encontrarse con nieve. En Córdoba, cayeron entre 10 y 20 centímetros de nieve, lo que equivale a una precipitación de lluvia de unos 20 mm aproximadamente, según explicó el especialista.