Es la infusión popular preferida por los argentinos. De mañana, tarde o noche, estudiando, trabajando o simplemente descansando miles de personas cuentan con la compañía de esta bebida hecha a base de hojas de yerba mate, que presenta propiedades medicinales.
Por ejemplo, podría tener efectos positivos en las personas que sufren el mal de Parkinson.
Una investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) demostró que la yerba mate tiene la propiedad de prolongar la vida de las neuronas dopaminérgicas, relacionadas al control de la locomoción y las primeras en verse afectadas por el Parkinson. Los efectos benéficos estarían reflejados en el desarrollo y la progresión de la enfermedad.
Juan Ferrario, investigador adjunto del Consejo en el Departamento de Fisiología, Biología Molecular y Celular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEN, UBA), y director de la investigación explicó:
“Testeamos el efecto de administrar un extracto de yerba mate sobre un modelo de neuronas dopaminérgicas en cultivo y vimos que el mate tiene un efecto neuroprotector poderoso, incluso mayor al de otros neuroprotectores conocidos como el Trolox, que enlentece el momento su muerte”.
La teobromina y el ácido clorogénico son dos de los compuestos principales de la yerba mate. Los investigadores evaluaron como actuaban por separado sobre las neuronas dopaminérgicas y llegaron a la conclusión de que pese a mostrar un efecto más leve que al actuar en conjunto siguen siendo neuroprotectores incluso más potentes que la cafeína y la nicotina.
“Lo interesante es que la yerba mate es uno de los principales proveedores naturales de ácido clorogénico y la ingesta de los tomadores de mate es entre 3 y 5 mayor que la de los tomadores de café. En este trabajo pudimos demostrar también que este compuesto por sí sólo es un poderoso agente neuroprotector”, expresó Ferrario.
Fuente: Infobae.