Los problemas hídricos que han originado gigantescas lagunas, algunas de ellas de más de un centenar de hectáreas, son atribuidas por especialistas a las alteraciones del suelo por la excesiva siembra de soja, motivo por el cual ahora junto con la Provincia se sugiere reducir el área de siembra de dicho cultivo.
El legislador Julián López dijo hace algunos días en Buchardo que hay que relanzar el sistema productivo con mayor cultivo de trigo y maíz, y de este modo disminuir las superficies de soja. Sus opiniones son coincidentes con dichos del propio gobernador Juan Schiaretti, quien sostuvo en Laboulaye que la gravedad hídrica se debe a que hace 12 años que se siembra soja.
Los que han sido campos productivos hoy deben soportar anegamientos con algunas viviendas severamente dañadas y la migración de las familias hacia los pueblos.
En Serrano miran con recelo cómo el agua aún no se ha retirado, y cubre grandes extensiones de tierra superando el viejo terraplén ferroviario. Al oeste de la localidad una gran laguna se encuentra a unos 1.500 metros aproximadamente.
Personas del lugar consideran que, de llegar una lluvia importante para octubre o noviembre, puede ocasionar problemas.
En Melo el agua también está muy cerca. En esta localidad y en Serrano la fisonomía del paisaje perteneciente a zonas agrícolas y urbanas del Departamento Roque Sáenz Peña es similar al de otras del Departamento Marcos Juárez que siguen padeciendo las presiones de las cuencas de “La Blanqueada”, una gran laguna situada entre las poblaciones de Arias y Corral de Bustos.
Los animales acuáticos se cuentan por cientos y ya han hecho de los campos su hábitat natural. En inmediaciones de Melo se observan ejemplares vacunos intentando sacar algunas hierbas bajo el agua para alimentarse.
Los productores no ocultan sus preocupaciones y en el caso de Serrano hay quienes temen que las aguas acumuladas a ambos lados de la ruta provincial 27 puedan generar algún tipo de problemas con el pueblo.
López, quien además fue ministro de Agricultura de la Provincia, sostuvo: “Es tiempo de que salgamos del proceso de sojización extrema en toda la Argentina. De los 7 millones de hectáreas productivas de Córdoba al menos cinco eran sembradas con soja solamente; no había cultivos de invierno. El cambio climático ha llegado para quedarse y hay que sacar los mil milímetros de agua que hay en los campos”, en referencia a la problemática vigente.
Fuente: Diario Puntal.
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