Este fin de semana se cumplió el 53º aniversario de la revuelta popular que dio inicio el 29 de mayo de 1969 en las calles de la ciudad de Córdoba y desestabilizó a la dictadura de Juan Carlos Onganía.
Fue protagonizada por trabajadoras, trabajadores y estudiantes, y pasó a la historia bajo el nombre de “Cordobazo”.
Esta manifestación cobró dimensiones inéditas, de la mano de una unidad sindical que tuvo como nombres sobresalientes a Agustín Tosco de Luz y Fuerza, Elpidio Torres de Smata y Atilio López de UTA.
El descontento con el régimen militar venía manifestándose con huelgas y marchas en distintos puntos del país.
A la restricción de libertades, la dictadura de Onganía le sumaba una política de congelamiento de sueldos y la derogación del llamado “sábado inglés”.
La represión fue feroz por parte de la policía de la Provincia y también de las Fuerzas Armadas, por disposición del mismo gobierno central.
Tosco, Torres y López, entre otros dirigentes y militantes sindicales, sufrieron la cárcel, la persecución, e incluso la muerte y la desaparición en años posteriores, a partir del compromiso en esta revuelta.
Tras el “Cordobazo”, Onganía perdió legitimidad y se precipitó su partida del gobierno.