Alimentos en verano: qué debemos tener en cuenta ante las altas temperaturas

Ante las altas temperaturas de verano, el Gobierno de Córdoba, a través de la Dirección General de Control de la Industria Alimenticia, dio a conocer algunas recomendaciones en cuanto al cuidado de los comestibles para mantener su inocuidad, evitando que ocasionen daño en quienes los consumen.

Al momento de comprar

Comenzar por los productos que no necesitan refrigeración y dejar para el final los perecederos como carnes, pescados, aves, lácteos y productos congelados.

Verificar que los productos congelados estén bien conservados en los comercios, a la temperatura indicada en el envase. De no ser así, informar a quien esté a cargo del local.

En caso de solicitar el envío de la mercadería a domicilio, al recibirla colocarla inmediatamente en el refrigerador o freezer.

Al momento del consumo

No deben permanecer fuera de la heladera por más de una hora antes de comerlos, recalentarlos, refrigerarlos o congelarlos.

Evitar cortar la cadena de frío ya que en el verano, los alimentos son más susceptibles al desarrollo microbiano.

Si se los transporta fuera del hogar (río, playa, etc.) hacerlo en las cantidades que se vayan a consumir y siempre en forma refrigerada (heladera) protegidos del sol.

Si esto no es posible, elegir alimentos que soporten mejor las condiciones de temperatura ambiente, tales como enlatados, frutas.

Alimentos seguros

→ 1. Utilizar agua y materias primas seguras:

Todos los alimentos que se consuman deben provenir de fuentes confiables.

Usar agua potable o tratada.

Verificar la fecha de vencimiento y nunca consumir alimentos vencidos.

→ 2. Cocinar completamente los alimentos:

Especialmente las carnes, pollos, huevos y pescados.

Hervir los alimentos como sopas y guisos a 70° C.

Recalentar completamente la comida cocinada. Asegurarse que esté muy caliente.

→ 3. Evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos:

Separar siempre los alimentos crudos como pollos, carnes y pescados, de los cocinados y los listos para comer.

Conservarlos en recipientes separados.

Usar utensilios diferentes, como platos, tenedores, cucharas, para manipularlos.

→ 4. Lavarse las manos:

Siempre, con agua caliente y jabón, frontándolas bien antes de tocar alimentos para comerlos y cocinarlos. Y después de ir al baño, al llegar de la calle, de tocar objetos de uso diario, de estornudar, de toser, de sonarse la nariz, de tocar animales y mascotas, y de viajar en transporte.

→ 5. Mantener los alimentos a temperatura adecuada:

No descongelarlos a temperatura ambiente.

Calentarlos de forma tal que en su interior alcance también altas temperaturas (todas las partes deben alcanzar los 70ºC).

Refrigerar lo más pronto posible los alimentos cocinados y los perecederos (preferiblemente bajo los 5ºC).

No dejarlos cocidos a temperatura ambiente por más de 2 horas.

 

 

 

 

 

 

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