El 31 de marzo es el Día Mundial del cáncer de colon, es una fecha oportuna para sensibilizar a la población sobre esta problemática de salud y alentar el diagnóstico temprano para su prevención.
El cáncer colorrectal (CCR) es una enfermedad maligna que se asienta en el intestino grueso o colon, o en el recto. Se trata de un problema de salud que generalmente tiene una etapa en la que no hay síntomas clínicos.
Previo a su aparición se produce una lesión llamada pólipo o adenoma que comienzan siendo benignas, pero con el transcurso del tiempo pueden transformarse en cáncer.
La importancia de realizar los controles precozmente radica en que esas lesiones con las pruebas de laboratorio, como el análisis de sangre oculta en materia fecal o la colonoscopia, se pueden detectar antes de que sean malignas.
Este tipo de cáncer es uno de los más frecuentes, puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente en mujeres y varones mayores de 50 años y representa un problema de salud pública a nivel mundial.
Sin embargo, el CCR es uno de los más factibles de prevenir y curar. Mediante los estudios de detección precoz, las posibilidades de curación son superiores al 90 por ciento.
“Si prevenimos la enfermedad en forma temprana o la detección se hace en los estadios iniciales del cáncer de colon, contamos con más alternativas de tratamiento y curación. Para los estadios más avanzados también hay opciones terapéuticas efectivas, pero siempre es preferible llegar antes”, explicó la Dra. María Rosa Di Noto, Directora del Hospital Oncológico Provincial.
Tal como sucede a nivel país, el cáncer de colon y recto en la provincia de córdoba ocupa el segundo lugar en incidencia entre todos los cánceres, después del de mama y próstata, para mujeres y varones, respectivamente.
Según datos brindados por el Registro Provincial de Tumores se diagnostican aproximadamente 1.400 casos por año y cerca de 700 personas fallecen por esta causa.
Si bien el cáncer colorrectal puede no presentar síntomas en etapas tempranas, hay algunos síntomas ante los cuales es importante consultar: cambios en la forma de evacuar el intestino, evacuaciones con sangre o mucosidad, cambios en la forma de las heces (en forma de cinta o segmentos entrecortados), anemia, pérdida de peso o dolor frecuente en el abdomen o en el recto.
Los factores de mayor riesgo para el CCR se relacionan con la edad, la herencia, la dieta y los estilos de vida, estas últimas modificables a través de estrategias de prevención primaria.
En ese sentido se recomienda una dieta saludable, realizar actividad física de manera regular, evitar el sobrepeso, disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco.